domingo, 18 de diciembre de 2011

Pastiche de Metaplasmos

Mi nombre es Ecthlipsis. Mi familia me abandonó. Todo por el color de mi piel. Había nacido negra, mientras que mi hermana era blanca. Es cierto que mis padres y mis abuelos biológicos eran negros como yo, pero el hecho de que la piel de Sinalefa brillara a la luz de la luna como un campo de trigo bajo el sol del estío, les hizo verme hipernegra. Siendo aún bebé me pusieron un trajecito rojo que le sacaron al muñequito de papá noél escalador del vecino. Me llevaron a la tienda de una gasolinera y me dejaron entre los papá noeles de chocolate. El encargado casi me come una oreja. Por lo menos no tuvo que llevarme a la farmacia para hacerme agujeros para los pendientes. Aquel hombre decidió adoptarme. Lo primero que hizo fue comprarme otros vestiditos, porque ya era la tercera vez que intentaban comprarme por acercarme a las figuras de chocolate. Había en ellas algo familiar que me atraía. No sabía por aquel entonces que yo era una figura retórica.


Hace unos años, cuando yo ya había cumplido los dieciocho años y necesitaba ver mundo, abandonaron a alguien más en mi gasolinera. Más bien, a algo: una pierna amputada, con un aspecto deplorable, como si toda ella fuera esguinces. El corazón me latía muy fuerte por la impresión: sístole, diástole, sístole, diástole... Mi padre lo interpretó esta aparición como una señal divina. Agarró la pierna y la colgó del techo del cuarto del fondo, donde la dejó curándose durante un año y medio. Su familia era de raíces judías, no compraba cerdo nunca; pero cuando se le aparecía delante de las narices la oportunidad de comer jamón serrano gratis, lo tomaba como una invitación del Señor y aceptaba el presente.


Sin embargo, esta paleta se curó del modo que él no esperaba. Se curó para bien. Ahora se veía como una pierna completamente sana, sin esguinces. Incluso dentro de lo que cabía, sexy. Se lo dije a mi padre, que descolgó la pierna y le empezó a dar alpiste por si le crecía una mujer entera con quien casarse. Hasta le dio un nombre. A partir de ahí la pierna se restableció del todo. Nos la llevamos a nuestra pequeña finca, a un par de kilómetros en medio del campo. Queríamos verla desentumecerse, empezar a correr espacios más amplios. Hacía carreras con ella, y enseguida me consiguió adelantar a la pata coja.


Mi padre se tomó un día libre. Debía recibir a una persona cuyos servicios había requerido. A través de la bruma de la mañana apareció un tipo de unos treinta años, cuya expresión transmitía sin embargo mayor edad. Vestía de traje, corbata y sombrero. Su cabello negro era lacio, pero a la vez de puntas graciosamente levantadas. Vamos, que era tan metrosexual que echaba para atrás. Le abrimos la verja y saludó quitándose el sombrero. Tenía dos lunares en la frente.

—Soy Diéresis.


Entramos en casa. Alrededor de dos cafés y un té verde, hablamos de la pierna:

—Llevo buscándola mucho tiempo —dijo Diéresis—. Como saben, hace ya unos veinte años, mi hermana melliza Sinéresis quedó atrapada en un limbo entre este mundo y el Mundo de los Muertos.

—¿Esta es la pierna de su hermana? —preguntó mi padre.

—No estoy seguro. Según mi teoría, después del último hechizo que logré formular, mi hermana habría empezado a materializarse de nuevo en este plano de la realidad. Por eso le pedí vernos hoy mismo, no puedo esperar por tonterías.

—Comprendo... La verdad, señor Diéresis, no entiendo mucho de lo que está hablando, pero me preocupa que realmente Florinda no sea quien usted cree...

—¿Florinda? —el hombre parecía descolocado.

—La pierna.

—¡Oh! Claro. Claro...

—Puede venir a verla cuando lo necesite. Aunque no siempre voy a poder tomarme el día libre, ¿comprende?

—En tal caso, si no es una inconveniencia —respondió el tipo de los dos puntitos—, me gustaría llevarla conmigo.

Mi padre terminó su café de un trago. Agarró a nuestro invitado por las solapas y lo echó a patadas por encima de la verja.

1.1.13. Metátesis

Mi tía Eugenia sufrió una especie de metástasis. Resulta que una semana antes de hacerse aquella lesión por la que necesitó la prótesis, estuvo en Valencia, y bebió agua del grifo. Las sustancias que ingirió le dieron superpoderes al esguince, que intentó propagarse por todo el cuerpo. Por eso tuvieron que cortarle la pierna. Le dio pena enterrarla, así que la abandonó en una gasolinera.

Del mismo modo, la metátesis (transposición) cambia de sitio los sonidos dentro de la palabra.

En general cuando quiero acordarme de qué es la metátesis, pienso en paletos. No de esos que te caen bien, sino esos que hablan tan mal que no se les entiende nada, y que al ver tus intentos de ser comprensivo, te creen condescendiente y te retiran el saludo. O pienso en mi tía Eugenia. Por suerte, mi tía es también un poco así, de modo que igualmente me acuerdo de los paletos.


Metátesis Sencilla:

Un sonido decide tomar la iniciativa y colocarse en donde antes no estaba. Es como cuando entregas tu corazón a alguien.

integrare > entregar


Metástasis recíproca (ojalá se llamara “ida y vuelta”):

Dos sonidos intercambian el puesto. Como cuando ambos cambian de opinión respecto a la actitud del otro.

animalia > alimaña



Fue por los paletos que el vampiro prerrománico se marchó de la península ibérica. Por si la epéntesis no fuera poco suplicio, se le sumó la metátesis. No pudo soportar a toda esa gente diciendo Argelia en vez de Algeria. Diciendo que el uso correcto era murciélago y no murciégalo, transliteración directa del latín. Se marchó una mañana de diciembre, en la que oyó a una señora decir que iba a preparar cocretas.

1.1.12. Ecthlipsis

Yo tampoco sé cómo se pronuncia.

La ecthlipsis es la hermana gemela de la sinalefa, pero la echaron de casa por ser negra. También fusiona las sílabas final e inicial de dos palabras, sin embargo la ecthlipsis une consonantes: en la afición de su hermana a las vocales encuentra un conformismo que la exaspera.



- EJEMPLOS -

Frase típica de primaria:

David dio el lazo.


Tras pasar por la ecthlipisazasición (matadme), ha perdido sílabas:

Da(vid-dio) (el-la)zo.


Y si además su hermana la sinalefa viene a pasar el fin de semana, la fiesta se anima:

Da(vid-[dio-el]-la)zo.


Y pensar que muchos estudiantes se apuntan a Humanidades porque odian las ecuaciones...

1.1.11. Sinalefa

Muy bien, vale ya de sonrisitas. Que sé muy bien por dónde vais. Aquí los chistes los hago sólo yo. Y no pienso ir por ahí. Faltaría más.


La sinalefa (¡que dejéis de reiros!) es pronunciar en una sola sílaba la última vocal de una palabra y la primera vocal de la siguiente. Todo para acortar la medida del verso, como con la sinéresis y la elipsis (ya la veremos)



- EJEMPLO -

Sobre el papel, estos versos dadá tienen 33 sílabas:

“Hasta ahora escuché anonadado al partir

tu hermanastra engordando y comiendo espinacas.”


Pero en el mundo sinaléfico, hay apenas 25:

“Has(taa)ho(raes)cu(chea)no-na-da(doal) par-tir

(tuer)ma-nas(traen)gor-dan(doy)co-mien(does)pi-na-cas.”


1.1.10. Sinéresis

La sinéresis es lo contrario de la diéresis, pero no se ve a primera vista porque no tiene puntitos ni nada. O sea que si no prestas atención no lo verás.


Cuentan que es una figura tan rebuscada que ningún ser humano pudo haberla inventado. Probablemente el término surgiera de una reunión espiritista, donde se oyó la ténue queja de un fantasma que murió en el paro:

Sin ERE... Sí, s...

Lo que pasa es que el empresario que lo dejó en la calle disimuló y dijo que era una nueva figura retórica.


Realmente una sinéresis es como un ERE:

Estás haciendo unos versos y te sobra una sílaba para cuadrar bien la métrica. No te salen las cuentas. Si pasas de revisar todos los versos anteriores (donde seguro que hiciste algo que no debías), puedes elegir un hiato que no te sea imprescindible. Haz desaparecer el timbre de la vocal más débil hasta que tengas un diptongo. Mirándolo en frío, es trampa, pero tu poema puede seguir en pie. Has echado fuera parte de la acentuación que debía haber, pero las cuentas ya te salen.



- EJEMPLO -

Diálogo de besugos. Besugos que juegan a conversar con monosílabos:

—¿Pan?

—Sí.

—¿Té?

Trae.

—¡Eso no es un monosílabo!

—Bueno, pero lo digo como una sinéresis.

—Sí, claro, yo también puedo hacer eso...

—En fin.

Cae.

—¿Cae?

Cae. El té. En tu faz.



- EJEMPLO EXTREMISTA -

La princesa que nadie quería:

—¡Me has salvado del mostro, eres mi érue!

1.1.9. Diéresis

Venga, por favor, ya sabes lo que es la diéresis. Es la tilde rara esa, los dos puntos sobre la vocal de un diptongo que ya no quieres que sea un diptongo. Bueno, más bien eso es el nombre de los puntitos. ¡Pero también le da nombre a su figura retórica!
No sé ninguna razón por la que un poeta quisiera dieresizar un diptongo (me he inventado el verbo, no lo memorices que te suspenden [en general no memorices para estudiar, mejor simplemente entiende]), con lo bonito que suenan al cantar sevillanas. Pero hay gente para todo.

- EJEMPLOS -
La palabra “miedo” tenía miedo. Pensaba que el diptongo de su primera sílaba le protegía contra las demás palabras. Entonces un poeta pretencioso llegó y rompió su diptongo. De la fractura surgieron dos astillas que quedaron encima: “mïedo” ya no temía, pues se codeaba con “süave” y con “rüido”, máximos exponentes de la alta socïedad.

Una pareja gallega meses antes del divorcio:
-¿Quïeres cüajada?
-Hasta que no pronuncies los diptongos bien, no quiero nada de ti.

sábado, 3 de diciembre de 2011

1.7 y 1.8: Sístole y Diástole


Para comprender estas dos figuras literarias conviene verlas juntas. Y a ser posible, escuchando el disco "Gaia", de Mägo de Oz.
Pero antes... un poco de biología:

Esto es un corazón humano. O de cerdo. Da igual, se parecen.

Atrial septal defect-null

Un corazón tiene básicamente dos movimientos: sístole y diástole.
En la sístole, los músculos se contraen y la sangre sale disparada de las concavidades hacia nuevos mundos.
Inmediatamente después, los tejidos se relajan y se llena todo de sangre otra vez; eso es la diástole.

En el antiguo latín, la sístole contraía una sílaba, de larga a breve. Al contrario, con la diástole la gente parece que se relajaba, porque la sílaba breve la pronunciaban larga.

El español no tiene cantidad vocálica (o sea que no hay sílabas largas y breves), pero si fuéramos ingleses lo entenderíamos. Por ejemplo:

SHEEP - Oveja
SHIP - Nave
SHEET - Sábana
SHIT - ...Eso

Como en español la A es la A y no hay más que hablar, estas dos figuras se aplican a la acentuación:
La sístole atrasa (contrae, trae patrás) la posición del acento de una sílaba a la anterior. Y la diástole lo adelanta.



- EJEMPLO de SÍSTOLE -
Vayamos al disco “Gaia”. Al minuto de que empiece la canción "La Conquista", oímos:

«unas geeeentes que al veeer
nuestro rópaje no sábian qué haceeeeeer...»

Si el letrista se hubiera esforzado cinco segundos más, hubiera descubierto que diciendo “nuestras ropas no sabían qué hacer”, la letra cuadraba con la música sin necesidad de recurrir a una sístole.


- EJEMPLO de DIÁSTOLE -
La pista 7, llamada “La Rosa de los Vientos”, comienza así:

«Si siembrás una ilusión...»

La palabra siembrás no existe. Está “sembrás” en Argentina, pero en España siembrás suena raro. Sin embargo, Mägo de Oz la usó. ¿Significa eso que los de Mägo no saben hacer lyrics? [...] ¡No, significa que son unos maestros de la retórica! Excepto en otro verso al final de esa misma estrofa, donde se oye:

«... cuando algó vayá mal.»

Ahí se relajaron demasiado, parece que dicen “cuando alcoba Jamal”... Me imagino a Jamal, un chaval del Bronx, leyendo en su alcoba mientras su padre golpea la puerta por alguna razón estúpida.
Son los peligros de la diástole.


PD: A los fans de Mägo ofendidos les diré:

«Es saaabio contaar hasta dieeeez...»

Así que ya sabéis...
Eso.

jueves, 17 de noviembre de 2011

I Gran Torneo de las Figuras Retóricas

Como esto siga limitándose a dar definiciones y ejemplos, la gente se va a dormir. Así que recordemos las seis figuras que hemos visto y enfrentémoslas en el I Gran Torneo de las Figuras Retóricas (“Gran” es una apócope).

Las reglas del torneo son muy simples. Si alguno cae fuera del tatami o se rinde, pierde el combate. Si no se le ocurre ninguna aplicación lingüística antes de diez segundos, también quedará descalificado. Recuerden decir en voz alta, clara y proyectada el nombre de sus técnicas. Así queda más espectacular, aunque en teoría sea contraproducente porque se pierde fuelle al gritar y el contrincante puede prepararse para recibirlo.



PRIMER COMBATE:

Prótesis VS Aféresis.


A mi izquierda, mi tía Eugenia la de la prótesis; a mi derecha, Fer el robayogures. ¡Fight!


La tensión se palpa en el ambiente. Los dos luchadores se estudian con la mirada. ¿Quién atacará el primero? Y todo esto se lo estamos ofreciendo por cortesía de LápizCero Ediciones... ¡Atención, la tía Eugenia parece adelantarse!

—¡Por culpa de esta prótesis del pie no puedo correr la maratón de San Silvestre! ¡PROTESISAZO!

¡Increible! ¡Ha lanzado su prótesis a una velocidad supersónica de tres kilómetros por hora! Fer se arroja valerosamente hacia el proyectil pernero y... ¡Y ya no está! ¡Se lo llevó, junto con todos los yogures que guardaba el público en las gradas! No ha dejado ni una estela de humo de camino a la salida. Por aféresis de instrumental e indisposición de la tía Eugenia, ambos contrincantes quedan descalificados.


¡Que entren los siguientes luchadores!


Representando la epéntesis (intercalar), hemos fichado al Duque Paco de Pelayos. Originalmente el vampiro del ejemplo era otro, pero se niega a volver de Francia. Y como adalid de la síncopa (desintercalar), el mísmisimo Marcelino Pan y Vino. Entrevistémoslos un poco mientras una grúa retira a la tía Eugenia ¿Qué tal, Marcelino?

—Bien, Dios mediante...

Niño, paso de ti. ¿Y usted, señor duque?

—Puessh yo perdí los colmillossh cuando...

Sí, sí, mejor empecemos ya el combate. Ya se irá la tía rodando por un costado o algo. Cuidado, no la piséis.



SEGUNDO COMBATE:

Epéntesis VS Síncopa


¡El duque saca deprisa su arma retórica! ¿Qué es, un plato? Marcelino parece muy seguro:

—Señor duque, su pan no me tentará. Antes de venir ayer corriendo desde Castilla hasta Madrid, los franciscanos me dieron una aceituna entera, con hueso y todo.

—Jijiji, pero essh que esshto no essh pan. ¡Mira! —¡Oooh! ¿Cómo es posible contar con tal técnica? ¡Un plato lleno de lonchitas de jamón serrano! ¡Marcelino está babeando con la mirada perdida!— ¡JAMÓN LANZAMIENTING!

Miles de lonchas de jamón surcan el aire en dirección a Marcelino Pan y Vino, que no puede aguantar más y se las come todas antes de que lleguen al suelo. ¡El pobre niño ha engordado por lo menos veinte kilos de repente y no se puede ni mover!

—Perdóname, Señor... Pequé de gula. Iré al Infierno, pero es justo si es Tu Voluntad.

—¡Hahahahaaa! ¡Era de esperar! Como síncopa, no has podido evitar comerte todos los añadidos que yo, la epéntesis, hacía. Ahora niño... rueda.

El ganador del encuentro, Duque Paco, está haciendo rodar a Marcelino Pan y Vino hasta la esquina donde aún permanece la tía Eugenia. Parece como si... ¡Ha subido al niño encima de la señora!

—Essh un muñeco de nieve, jiji.

Y con esta nota de humor blanco y descolmillado, nos despedimos del primer ganador de esta ronda. ¿Qué emociones nos esperan ahora?



TERCER COMBATE:

Epítesis VS Apócope


La verdadera pelea que hubo aquí fue al buscar un luchador que quisiera representar a la epítesis. En los ejemplos me burlé de todo el mundo, así que sólo quiso venir un amigo: Paragoge, el paraguas con tos.

Para la apócope sí que vinieron mil y cien candidatos interesados, pero el poder supresor de esta Figura Retórica iba haciendo desaparecer uno a uno todos los luchadores que se ponían al final de la fila. Así que... Paragoge, eres el ganador, ¿tienes algo que decir?

—Cof, cof...


COMBATE FINAL


¡La emocionante final del torneo! ¡Tan emocionante, tan emocionante... que toda la gente se ha ido!

—Puessh normal: lessh roban lossh yoguressh, no lessh dan jamón, y les ponessh un paraguassh peleándose con la nada... ¡Me exshtraña que no sshe hayan ido antessh!

miércoles, 16 de noviembre de 2011

1.1.6 Apócope

Una apócope es un metaplasm do se produce la pérdid o desaparici de un o var fonem o sila al fin de algún palab.



- RETAHILA DE EJEMPLOS -


Adjetivos calificativos

—¡Buen día! —bueno.

—¿Tú saludando? ¿Qué pasa, es que es San Patricio? —santo.

—No estaría mal... —malo.


Adverbios

—Estoy muy triste, Gastón.

—¿Cuán mal está, señora abadesa? ¿Cuánto?

—Mucho. Pero gracias a tus arcaísmos, ahora sé que no estoy tan mal como otros.


Cardinales

He puesto cien mil y un ejemplos, creo que ya se entiende.


Ordinales

—¡Tonto el que llegue primero!

—¡Prímer!


Sustantivos

Un otorrino se cansó de ver la tele y decidió pasear. La moto no tenía gasofa, así que salió en bici. Unos nazis se la robaron y ni la radio le consoló.


Nombres propios

Adri (Adrián), Bea (Beatriz) y Ro (Rocío) estaban leyendo a Gabo (Gabriel [García Márquez, en este caso]). Pasó Fer (el de las aféresis) y les robó los yogures.

1.1.5 Síncopa

Al pobre Marcelino Pan y Vino le iba a dar un síncope porque vivía en un monasterio y le tenían matao de hambre. Encontró una barra de pan cortada a rodajas, lista para servir. Pensó en comerse un chusquito, pero entonces le descubrirían. Así que se comió un trozo de enmedio, para no romper la simetría.

Al final le descubrieron porque se comió otra rodaja y otra y otra, pero la idea de sincopar el pan era buena.


Igual hace la síncopa: suprime algún sonido dentro de una palabra.

Se cebó malamente con el latín, que al evolucionar al español quedó hecho unos zorros. Aparecieron un montón de dobletes de palabras que significaban parecido pero no lo mismo:


Delicado / Delgado
Laborar / Labrar
Comparare > comprar


Puede afectar a sílabas completas o grupos más complejos:

recitare > rezar

Así como a fonemas individuales:

VOCÁLICOS
collocare > colgar
límitem > linde

CONSONÁNTICOS
integrum > entero


- EJEMPLO -
El tren dejó a Venancio en la Puerta del Sol. Había quedado con su prima en la Plaza del Callao. No estaba nada lejos, pero con toda la gente que había, nadie se dignó a pararse a indicarle la calle que debía cruzar. Estaban demasiado emperrunaos porque el Real Madrid les dejó sin copa.
—Amnos de aquí, que no hay nada que mascar.
[En este ejemplo, la síncopa está en emperrunaos y amnos, pronunciaciones no normativas pero comunes. También en mascar, una transformación de masticar. No en Callao, ni en Cola Cao ni en Bilbao.]

1.1.4 Aféresis

Después de ver la prótesis, la epéntesis y la epítesis, toca la aféresis, la síncopa y la apócope. Adivina qué. ¡Son casi lo mismo! Pero en vez de poner un fonema de más, lo quitan. Estos intelectuales ya no saben qué inventar para tenernos a los estudiantes ocupados.

El nombrecito viene del griego, como siempre. Significa literalmente amachandrar, llevarse algo. Debe ser que había uno llamado Fer que siempre se robaba los yogures de la tienda, y cuándo se preguntaban a quién culpar, decían: «a Fer». Seguro que no robaba por vicio (la cleptomanía es casi tan antigua como la bisexualidad), sino por pobreza. Pertenecería a una familia sumida en la incultura. Por eso en la aféresis falta siempre algún sonido al comienzo de una palabra. Se los comen.


- EJEMPLO 1 -
—Padre, he decidido que iré a la universidad.
—¿'Ómo puedes traicionarnos d'este modo? ¡Tú 'as a trabajar en mi 'ufete de chatarreros!
—No, padre, yo seré... sicólogo.
El canoso hombre vio a su primogénito salir por la verja de uralita, rumbo a un futuro incierto. En el fondo estaba orgulloso de él. Después de todo, se le había escapado una aféresis.


- EJEMPLO 2 -
Este otro ejemplo es un chiste que ha pasado oralmente (porque en google no he encontrado nada) de generación en generación. Cuenta la historia de un niño que está comiendo con su familia y se mete una de patatas en la boca. Parece que al principio le gustan, pero se pone a llorar. Le preguntan:
—¿'Ican?
—¡No, son 'ocas!

Lo sé, terrible chiste. Tendrían que encarcelar a mi madre por contármelo. Pero al menos ayuda recordar qué era la aféresis.


- EJEMPLO 3 -
Batman quiere leer cómodo y llama a su nuevo mayordomo:
—Alfred Junior, tráeme el “lectorile”.
—¿Lo qué?
—El letril.
—¿Latril?
—Sí, el atril...
—Voy en un rato.
—Madre mía, Alfred, ¡cómo se te echa de menos!

miércoles, 2 de noviembre de 2011

1.1.3 Paragoge / Epítesis

Si un profesor te pide que utilices un paragoge en una frase, que sepas que no se lo ha estudiado. Que aunque parezca que te pida un paraguas con tos, en realidad se refiere a una epítesis de las de toda la vida. Si la epéntesis tenía el añadido enmedio, la epítesis lo tiene al final. Acuérdate de un epílogo (esa parte de los libros a donde nunca llegas) o de tu epitafio (tampoco lo vas a ver).

Esta figura es usada actualmente por letristas de radiofórmula para cuadrar las sílabas de los versos. Pero ya desde hace siglos la utilizaban en los romanceros para hacerse los guays. Añadían la e al final como si hubieran dejado el término original arcáico, porque eso vendía mucho. Pero la mayoría de las veces era para lo mismo que ahora, para la métrica.


- EJEMPLO (arcaizante)-
El santo Conde del Ciprese
relató su aventura felice
a la Vírgen de la Trinidade.
Luego llamó a su huéspede
y echó en su plato ahalbácar.


- EJEMPLO (en inglés)-
Ye Olde Shoppe

1.1.2 Epéntesis

La palabra Epéntesis viene del griego antiguo: epi (hacia [blas]) + en (en [en]) + thésis (puesto [lo que buscas al hacer una tésis]) = poner por dentro = intercalar.

O sea, que es lo mismo que la Prótesis, pero en el puto medio.

En general, el fonema o varios que metes dentro suele ser una vocal. Hay que ser muy retorcido para ponerte a hinchar palabras a base de vocales, pero no hay más que ver los neologismos. Ahí se intercala a posta, por vicio, pero de toda la vida lo normal ha sido hacerlo por necesidad.

- EJEMPLO -
Hubo un vampiro que vivió en la época prerrománica de la península ibérica. Él no hablaba español porque aún no existía, pero sabía que al hombro se le decía “humerum” en latín. En esto que llegaron los colonos romanos, que eran todos unos paletos. Tan paletos eran, que se les había caído la e de humerum por el camino. Así que el vampiro se tiró años persiguiéndoles de noche para convencerles de que dijeran humerum bien, con todas las letras. Nada, oye. Qué gente más cabezota, por favor.
Muchos tiempo después, los tataranietos seguían con el humrum, el humro, el homro... La cosa cada vez sonaba peor. El vampiro se exilió a Francia para siempre, así no tendría que soportar tanta mediocridad. Qué pena, se perdió la evolución de las lenguas romances. Cuando el vampiro se fue, los hispanos dejaron de sentirse agobiados por su academicismo y pudieron intercalar la letra b para que la r no rozase tanto. Desde entonces, en español tenemos la palabra hombro. ¿Somos unos paletos? Sí. Sólo unos paletos dirían el soso “Calavera” (suena a lavadora con cal) en vez del sugestivo “Calvarium”. O quizá no: después de todo, recurrimos al ornatus retórico de la elocutio. Mucho más distinguido, dónde va a parar.

lunes, 31 de octubre de 2011

1.1.1 Prótesis

Mi tía Eugenia tenía una prótesis en el pie. Resulta que trabajaba de secretaria y pasaba muchas horas sentada, por lo que tenía que cambiar de postura muchas veces para no amuermarse. En una de esas veces, se apoyó sobre la pierna izquierda, y como estaba tan gorda, se hizo un esguince en el tobillo. Pero entre que no se lo curó bien y lo gorda que estaba (porque otra cosa no, pero gorda estaba un rato), acabaron amputándole el pie. Entonces le pusieron una prótesis para que anduviera bien otra vez.

En el mundo de la retórica pasa igual. A veces, por la razón que sea, aunque sea la más estúpida del mundo, necesitamos añadir un fonema al principio de una palabra, pero sin cambiar su significado. Aquí es donde entran las prótesis.

- EJEMPLO -
Terminator aparece en el típico bar de moteros, y le dice al típico barbudo con pintas:
—Dame tu moto.
Pero el motero no se la da. Terminator deberá recurrir a una prótesis:
—Dame tu amoto.
Objetivo logrado. Por mucha mala fama que tengan los Ángeles del Infierno, siempre se les ha dado peor fama a los gitanos, por lo que el barbas saldrá corriendo.


Artículo versionado en Radio 21:
http://www.youtube.com/watch?v=bPMyopjX0UA

ÍNDICE

¿Qué son las figuras retóricas o literarias? Desde luego, tropos no son. Me he dado cuenta de que en el libro de texto que me hicieron comprar el año pasado, me mezclaban las churras con las merinas. Los tropos son expresiones que te cambian el sentido de lo que quiere decir la frase. En cambio, estas figuras conservan su significado. Lo que pasa es como tienen unas particularidades fónicas (por cómo suenan, como en telefónica), gramaticales (que se pasan las reglas por el forro) o semánticas (suena a semen, pero lo que significa es "lo que significa"), pues son más expresivas que si lo dijeran normal. Resumiendo, como son raras te parecen bonitas, por eso te llaman la atención. Las verás sobre todo en novelas y tal, pero también se oyen en la vida real porque la gente es muy presumida.

Los catedráticos, y toda esa gente que le piden dejarse la barba y las patillas para darle el doctorado honoris causa, llaman a las figuras literarias de distintas formas, sólo para darse el pisto. Imagínate, ochenta pavos encerrados mil horas en una universidad, y claro, tienen que hablar de algo. Entonces una de dos, o te inventas más nombres para decir lo mismo, o va a parecer eso una tertulia de loros. Les dicen recursos literarios, estilísticos, retóricos... Incluso a un tipo se le ocurrió llamarlas "figuras del discurso", seguramente porque un día se le olvidó cómo se llamaban y se refirió a ellas así porque las usaba mucho en sus discursos.

Hay dos grandes grupos: las figuras de dicción (las que dices) y las figuras de pensamiento (las que... eso). Primero vamos a por las de dicción.

[Esto de ahora salió por la radio:
http://www.youtube.com/watch?v=SDXrUz2tdek]

1. FIGURAS DE DICCIÓN (más bien de diccionario, porque nadie me las explicó bien)

Dos grandes grupos. Qué bien, pensaría alguno. Yo también. Pero no, resulta que luego dentro hay más subgrupos. Don't panic. Han diseñado estas subcarpetas para que sea más fácil clasificar todas las figuras. Estos órdenes son artificiales, apréndete las cosas como mejor te parezca. Lo importante es que comprendas el meollo del asunto: que la Retórica es lo más .

Hay 4 tipos:

*1. Figuras de transformación
Las usas cuando escribes mal para que la rima quede bien. Si tu profesor es bueno, comprenderá que eres un cerebro privilegiado por saber trascender adecuadamente las leyes del léxico. Pero como sea un palurdo contratado para suplir las consecuencias de los recortes presupuestarios... olvídate.
También son llamadas "metaplasmos". Yo con este nombre sólo puedo pensar en... en un fantasma que se ha transformado porque ya está cansado de ser de ectoplasma, y ahora tiene forma de armadura metálica porque está formado de metaplasmo.
Ya lo sé, no tiene sentido, pero así me acuerdo de la palabreja.

Cada nombre es más horrible que el anterior porque cuando los inventaron todo el mundo sabía griego, así que entendían cada figura porque su propio nombre la describía. Como ahora no se habla griego ni en Grecia, intentaré traducir los términos.

- Prótesis.
- Epéntesis.
- Parágoge.
- Aféresis.
- Síncopa.
- Apócope
- Diástole o éctasis
- Sístole
- Diéresis
- Sinéresis
- Sinalefa
- Ecthlipsis
- Metátesis

Extras:
- I Gran Torneo de las Figuras Retóricas
- Pastiche de Metaplasmos



2. Figuras de repetición

Usan elementos lingüísticos ya usados previamente en el mismo texto. Por ejemplo, los libros de Dan Brown.

Las figuras de repetición son: aliteración, onomatopeya, homeotéleuton, anáfora, epífora, complexio, geminación, anadiplosis, gradación, epanadiplosis, polisíndeton, annominatio (paronomasia, derivatio, figura etimológica, diáfora, políptoton), traductio, equívoco/antanaclasis, paralelismo (isocolon, parison, correlación), quiasmo y commutatio/retruécano.


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[ Post en elaboración progresiva]
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*3. Figuras de omisión
*4. Figuras de posición

martes, 25 de octubre de 2011

A la atención del director de Castillos en el Aire.

Me dijeron que había un programa de radio, Castillos en el Aire (el vuestro), en el que iban a empezar a explicar las figuras retóricas. Me venía muy bien, porque el año pasado suspendí lengua y este año voy a tener que repetir curso. Así que pegué la oreja para no tirarme con el bachiller colgando toda la vida. Vuestro programa no es que fuera un asco, pero yo pasaba de todas vuestras paridas porque quería que saliera cuanto antes la sección de «El Figurarretoricón». Y cuando llegó... la madre que os parió. El presentador puso la música de Barrio Sésamo y se puso a leer la definición y ejemplos de la aféresis ¡con la voz de Coco! ¿Dónde se ha visto eso? ¡Fue tan ridículo que no me enteré de nada! De modo que os voy a ir enviando las cosas estas bien explicadas para que, puestos a ser informales, que la gente se entere.


Fdo: El Bachiller Repetidor.