lunes, 31 de octubre de 2011

1.1.1 Prótesis

Mi tía Eugenia tenía una prótesis en el pie. Resulta que trabajaba de secretaria y pasaba muchas horas sentada, por lo que tenía que cambiar de postura muchas veces para no amuermarse. En una de esas veces, se apoyó sobre la pierna izquierda, y como estaba tan gorda, se hizo un esguince en el tobillo. Pero entre que no se lo curó bien y lo gorda que estaba (porque otra cosa no, pero gorda estaba un rato), acabaron amputándole el pie. Entonces le pusieron una prótesis para que anduviera bien otra vez.

En el mundo de la retórica pasa igual. A veces, por la razón que sea, aunque sea la más estúpida del mundo, necesitamos añadir un fonema al principio de una palabra, pero sin cambiar su significado. Aquí es donde entran las prótesis.

- EJEMPLO -
Terminator aparece en el típico bar de moteros, y le dice al típico barbudo con pintas:
—Dame tu moto.
Pero el motero no se la da. Terminator deberá recurrir a una prótesis:
—Dame tu amoto.
Objetivo logrado. Por mucha mala fama que tengan los Ángeles del Infierno, siempre se les ha dado peor fama a los gitanos, por lo que el barbas saldrá corriendo.


Artículo versionado en Radio 21:
http://www.youtube.com/watch?v=bPMyopjX0UA

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