domingo, 26 de febrero de 2012

1.2.3. Homoiteleuton o Similidesinencia

Adaptando el vocablo griego «homoioteleuton» al español, surge el término homeotéleuton (y nos quedamos igual). Por eso a esta figura de repetición se le llama en muchos sitios «similidesinencia» (que tampoco dice nada, aunque suena a algo de símil). En ella, los sonidos finales de palabras que cierran enunciados consecutivos son iguales. O sea, que son rimas en la prosa.

No me extraña que no me sonase esta figura. Es que hoy en día, con esto de que los libros se escriben por ordenador, si a alguien le sale sin querer un pareado en un texto, cambia las palabras para no parecer informal o descuidado y ya está. De modo que no hay casi ejemplos de ahora, aunque he estado buscando una hora. Y sí, soy informal y cuando me sale un homoiteleuton lo dejo. Pero no soy descuidado, mira qué buen par de ejemplos:


"No es crimen fallado más grave que la fornicación, digna de traer al hombre a perdición."
(Arcipreste de Talavera)

“Sin haberlo deseado, ¡me ha salido un pareado!”
(Tía cursi cualquiera, todos los días)

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